Roger Dubuis....y yo tengo uno....
Carlos Dias. Fundador y presidente ejecutivo de Roger Dubuis
Un portugués en la cima de la alta relojería suiza
Se ha convertido en la admiración y la envidia del mundo relojero suizo. En diez años ha transformado una marca de relojes de lujo en un referente del sector y, además, ni siquiera es suizo, es portugués.
Fernando García
Es uno de los referentes del mundo relojero suizo de lujo, pero no forma parte de la tradición helvética y sólo lleva diez años en el negocio. En ese periodo, Carlos Dias, un empresario portugués, educado en Francia e Italia y afincado en Suiza, ha logrado que Roger Dubuis sea una referencia en el sector y se codee con nombres como Patek Philippe, Cartier, Vacheron Constantin, Grimoldi, Zenith o Jaeger-Le Coultre. ¿El secreto? Según él, “hacer lo que otros no eran capaces de llevar a cabo o no querían hacer”. Sus colegas hablan de otras virtudes: “Es muy creativo, se sale de lo normal y hay que estar atento a lo que hace, porque marca tendencia”. A sus 49 años (el próximo mes de abril cumplirá 50) tiene muy claro su objetivo: lograr unos ingresos de mil millones de francos suizos (646 millones de euros) y dentro de diez años estar en disposición de ceder el poder de la empresa a su hija Mariane. Ella, que cuenta con 28 años, es ahora la responsable de recursos humanos, pero por delante tiene dos lustros para formarse en el arte de dirigir empresas. “Hace un año y medio —explica Dias, quien nunca lleva corbata— tuve una conversación con ella y le propuse quedarse en la empresa, tenía importantes ofertas fuera, pero tras una semana de reflexión me dijo que sí, que le gustaría seguir aquí, sólo le puse como condición que tenía que formarse en la empresa”.
Aunque Carlos Dias no rechaza ninguna pregunta, sí que hurta algunas respuestas, como todas las que hacen referencia a los datos económicos de la empresa. “No publico la cifra de ventas por prudencia y discreción, hay marcas con doscientos años que quieren hacer lo que yo he logrado en diez, y no quiero dar detalles”. Según la prensa suiza, sus ingresos superan los cien millones de euros, pero la cifra exacta es difícil de fijar puesto que está creciendo a ritmos de vértigo, lo que se traduce en la actual ampliación de sus instalaciones. “La media de crecimiento de los últimos cinco años es del setenta por ciento anual, este año estamos vendiendo el doble que el pasado, cuando ya duplicamos el dato de 2003”, asegura el creador del grupo Roger Dubuis. A pesar de su discreción, Carlos Dias lanza una promesa: “cuando ceda la empresa a mi hija, entonces sí que daré todas las cifras de la empresa, y si lo digo es porque lo haré”.
El éxito de la empresa se ha traducido en las instalaciones de la compañía, que este año finalizó la segunda fase de la ampliación y que ahora ocupan once mil metros cuadrados. Además, ya ha empezado la tercera fase, que se incluye dentro de un plan para invertir 150 millones de euros hasta el año 2011, de los que ya se han destinado 49 millones. Estas inversiones también incluyen la apertura de nuevas boutiques a lo largo del mundo, sobre todo en el Este de Europa y Asia, y de un nueva planta para la producción de piezas de joyería, que es una de las ramas de diversificación del grupo.
En diez años ha logrado colocar a su empresa en la cima de la relojería, ¿cómo lo ha logrado?En el momento en que comprendí lo que había aprendido a lo largo de mi vida en diferentes áreas me dí cuenta de que tenía el bagaje suficiente para afrontar un reto de esta naturaleza. Mi idea ha sido crear un producto con cuatro requisitos que son como los cuatro puntos cardinales: la calidad, el diseño, la exclusividad y crear tendencia. Otro elemento importante es tener la capacidad de poner en cuestión todo lo que se hace cada día. Para lograrlo, hace falta una fuerte m0tivación.Hay personas que intentan hacer esto, también con motivación, y no logran posicionarse en la alta gama como ha hecho usted?Efectivamente, para mucha gente la alta gama es el precio, la calidad, la exclusividad… para mí es la suma de todos los detalles, cuantos más detalles, más alta gama. La llave del éxito es la suma de todas las capacidades. Saber diseñar, hacer una plan de marketing, gestionar, tener ideas claras para crear un producto que no existe en el mercado, conocer el mundo para acertar con una red de distribución, tener una cultura diplomática… todo esto unido.Cuando salió de Portugal estudió Políticas, no acabo de ver la relación entre esos estudios y el mundo de los negocios.Los relojes han llegado por mi pasión hacia ellos. Antes de los relojes he hecho muchas cosas, como negocios de alta moda en Italia, pero claro, todo esto no tiene nada que ver con las ciencias políticas. La verdad es que estudié eso como un desafío, para mí era importante porque requería capacidades intelectuales y ofrecía una amplia cultura, no sólo social, también económica, sociología, etc. Consideré que era lo más completo para lograr una formación intelectual personal. En mi vida lo que me ha motivado casi siempre han sido los desafios, y éste lo era. Me motivo cuando tengo delante algo difícil.Esa formación tiene sentido para la persona, pero ¿dónde se ha formado como gestor?Un gestor no es sólo el que ha salido de una escuela de management, muchos aspectos los encuentras acumulando experiencias positivas y negativas para poder aplicarlos en una fórmula que te permita manejar empresas o actividades.De su experiencia, ¿qué elementos le han resultado más útiles?Los que me ha inculcado mi padre, que me enseñó la forma como se relacionaba con sus colaboradores cuando gestionaba su empresa. Ahí vi lo que procuro aplicar ahora en mi empresa y lo que yo denomino el management de proximidad, lo que quiere decir la colaboración prácticamente online de todos los colaboradores —a mí no me gusta hablar de empleados— y socios. Lo más inteligente que puede tener un gestor h0y es una empresa que no tenga necesidad de sindicatos, y en mi empresa hemos anticipado las exigencias de los sindicatos un mínimo de quince años.La marca nació como un producto masculino, pero ahora ha ampliado su oferta, ¿por qué?En la alta gama el potencial del consumidor femenino ha cambiado mucho. Hace años, una mujer tenía una joya porque se la habían regalado. Ahora, la mujer tiene una independencia financiera que le permite a ella hacer los regalos o comprarlos para ella misma. Esta diversificación la iniciamos seriamente hace cuatro años, pensando en la mujer al elaborar el producto, porque antes hacíamos relojes más pequeños derivados de los ideados para hombres. El potencial de la mujer en productos de lujo es enorme.Eso se aplica a los relojes, pero luego están las joyas como otra vía de diversificación.En las joyas entramos hace dos años. Y esto también tiene un sentido. Yo tengo una hija que será la futura heredera de la empresa, por lo que no quería que hiciera sólo relojes para hombres. Esa diversificación no sólo se ha llevado a cabo por motivos comerciales, sino también afectivos.Actualmente la mayor parte de las boutiques propias se encuentran en Asia, ¿es el mejor mercado de la empresa?Estamos en Malasia, Singapur, Hong Kong… donde el mercado es enorme y los mejores compradores son precisamente mujeres. No tiene nada que ver con Occidente, allí no van a ver eventos deportivos o al cine, su diversión es el shopping (ir de tiendas). Al ser una empresa joven hemos optado por Asia para correr el menor riesgo en la inversión. Tenemos un producto que es más fácil de vender en Asia por nuestras características y porque allí tiene menos valor la tradición que en Europa. Todo esto nos da más seguridad en que tendremos éxito.¿Cómo se distribuyen las ventas del grupo en el mundo?Nuestra obsesión es diversificar el riesgo, también geográficamente. Ahora el mercado asiático representa el treinta por ciento, parecido al de Estados Unidos y al de Europa, aunque el objetivo es que esos mercados representen alrededor del 25% cada uno y que otra cuarta parte sea para el resto del mundo, que ahora sólo es el diez por ciento.El grupo ahora ha lanzado un plan de apertura de boutiques, ¿a qué se debe ese repentino desembarco a través de tiendas?Esto tiene una explicación. Cuando empecé, mi primera preocupación no era una marca sino hacer un producto. El segundo objetivo era disponer de una fábrica propia. El tercero, contar con una independencia industrial total, no depender de nadie, lo que es muy importante para salvaguardar los dos primero puntos. Ahora estamos en la cuarta fase, que es la más interesante; crear la marca desde el punto de vista de la notoriedad y la visibilidad, lo que tiene que ver con la exclusividad. Por esto hemos decidido crear por el mundo una cadena de tiendas propias, muchas de ellas en unión con nuestros actuales distribuidores. Así podemos hacer mejor la distribución de nuestros productos. A diferencia de empresas centenarias, nosotros no contamos con una amplia red de tiendas distribuidoras, por lo que muchos de nuestros mercados todavía son vírgenes. Otro factor por el que lanzamos esta red de boutiques es porque la marca Roger Dubuis no es un nombre normal, es una marca con casi diez marcas dentro de la misma marca. Tenemos diez líneas de relojes y cada una, debido a su singularidad puede vivir como si fuera una marca independiente. Por eso, con un distribuidor resulta difícil que tenga en su tienda el espacio suficiente para exponer una mínima cantidad de nuestro producto, porque también distribuye a otras veinte o treinta marcas más. Además, no estamos hablando sólo de relojes, porque también tenemos la joyería.¿Qué elemento diferencial tiene Roger Dubuis respecto a otras marcas suizas de alta gama?La filosofía de la empresa es hacer un reloj actual inspirado en el pasado, pero sin estar sujeto a él, y que al mismo tiempo se proyecte en el futuro, no vivimos de una filosofía del pasado.¿Dónde está el riesgo de la empresa, con qué puede tropezar en este crecimiento exitoso?Mi riesgo es olvidar cada mañana que tengo los pies en el suelo. Para no caer en él, tengo que acordarme de meter los kilos necesarios de plomo para que no olvide la realidad cegado por el éxito. El gran riesgo sería pensar que ya hemos conseguido un gran éxito. El apunte
Roger Dubuis abrirá dos boutiques propias en España
En España la marca Roger Dubuis se comercializa desde 2001 a través de Unión Suiza, el grupo de alta relojería controlado por la familia Vendrell. Esta colaboración se ha traducido en las tres presentaciones que tuvieron lugar el mes pasado en Barcelona para dar a conocer la marca a los clientes de Unión Suiza. Por la tienda del grupo pasaron un total de 180 personas que pudieron ver piezas con precios que van desde los diez mil euros a los trescientos mil. Además, el propio creador del grupo suizo, Carlos Dias, diseñó dieciséis piezas exclusivas con motivo del 150 aniversario de la empresa española. A partir de ahora, esa colaboración va a estrecharse. La empresa suiza, junto a su socio español, prevé abrir dos boutiques en España, una durante el año que viene y la segunda más adelante. César Vendrell, uno de los hermanos que dirige la empresa, explica que en Carlos Dias han visto a alguien que desarrolla una actividad totalmente diferente “sabe lo que estaba haciendo, porque aventureros ya hay muchos, pero en él, desde nuestra experiencia centenaria, hemos visto a alguien que aportaba algo distinto”. Unión Suiza cuenta actualmente con dos tiendas en Barcelona y una en Madrid. César Vendrell explica que debido a la gran variedad de productos de Roger Dubuis resulta imposible enseñar todas sus piezas disponibles en una parte del establecimiento, por lo que la solución es la apertura de tiendas íntegramente dedicadas a la marca suiza. “De los 53 proyectos que tenemos para abrir boutiques dos se localizan en España y lo haremos ahora porque hemos llegado a una situación de madurez y amistad entre Roger Dubuis y Unión Suiza que nos permite comprendernos y tener la convicción de que podemos hacer cosas juntos, por lo que hay un gran nivel de transparencia”, explica Carlos Dias, el fundador de la empresa suiza. En España, según Unión Suiza, este año se están doblando las ventas del año pasado, “las previsiones siempre se quedan cortas”, explica César Vendrell. “En España hemos comprendido que el mercado está preparado para nuestra marca y hemos alcanzado la madurez y confianza suficientes con nuestro socio en España”, añade Dias.
(traduccion de la web)
