Por favor, señor Zapatero, preséntese y gane las elecciones...
Por Leopoldo Abadía - 28/01/2011
Me llama un amigo por teléfono. Dice que me quiere plantear un silogismo, pero que, como ya sabe lo que pienso, no se acaba de decidir. Le animo y nos vemos en un bar cerca de mi casa. Es un desayuno de trabajo, sin jamón ibérico ni vino.
Saca un papel del bolsillo y empieza a desgranar puntos que voy copiando cuidadosamente en el mantel, para no perderme en la argumentación:
- Se está hablando mucho de la salud de la Seguridad Social.
- Él está jubilado y cobra una pensión.
- Por tanto, le interesa que la Seguridad Social tenga muy buena salud.
- Leyó hace tiempo que existe un Fondo que no se acuerda cómo se llama, pero que algunos le dicen “la hucha de las pensiones”.
- Esto le dio tranquilidad, porque coincide con lo que él dice que hay que hacer, o sea, no gastar todo el dinero, sino ahorrar, por si un día las cosas se tuercen.
- Parece que la hucha tiene dentro una cantidad apreciable, como unos 64.000 millones de euros.
- Cuando uno tiene unos ahorros como esos, es bueno colocarlos en algún sitio para que te den un poco de interés.
- Mi amigo pasó un momento de pánico cuando se enteró de que algunas entidades financieras (no se acuerda cuáles) habían ofrecido sus servicios al Estado para sacarle un buen rendimiento a esa cantidad.
- Pasó un momento de pánico porque, tal como están las cosas, no se acaba de fiar de todas las entidades financieras, sobre todo de algunas en especial, aunque, como es muy buena persona, dice que una se ha portado siempre muy bien con él.
- Parece -dice mi amigo- que el Estado tuvo un momento de lucidez y no hizo caso a lo que le proponían esas entidades financieras, aunque, para que no se molestasen, les dijo que su oferta le había parecido muy interesante. Con esto, mi amigo se tranquilizó.
- Ahora se ha enterado de que el 88 % de lo que hay en esa hucha está invertido en Deuda del Estado, o sea, prestado a España, lo cual le parece muy patriótico.
- Resulta que, como España ahora está como está, tenemos que pagar más intereses que otros para que nos presten dinero. Es decir, que la Seguridad Social cobra más intereses si coloca esos euros en Deuda del Reino de España que si los colocase en Deuda de la República de Alemania.
- Mi amigo dice que pagamos más porque lo hacemos peor que Alemania.
- Y, como es un poco simple, dice que la culpa de todo la tiene Zapatero. (Intento decirle que este señor ya no es el Presidente, pero no me hace caso, porque, en estas cosas, es un poco cabezota.)
- Ahora vuelve a pensar como pensionista, y dice que ha llegado a la conclusión de que a los pensionistas les conviene que siga este señor en la Moncloa, porque lo seguirá haciendo mal -eso es seguro, dice él- y, por tanto, para colocar la Deuda, habrá que pagar más intereses y los pensionistas cobrarán más.
Y este es su silogismo, o sea, “un argumento que consta de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce necesariamente de las otras dos”. Me dice que no sabe cuántas proposiciones ha puesto, pero que la deducción le parece absolutamente lógica.
Y que aquello que había oído de “cuanto peor, mejor”, él lo traduce pidiéndole a D. José Luis que se deje de dudas, que se presente a las elecciones, que las gane y que siga haciendo las cosas tan mal como ahora, porque así el Estado tendrá que pagar más intereses, la Seguridad Social los cobrará y él podrá vivir tranquilo el resto de sus días.
Y, para terminar, antes de ir al quiosco a comprar la Gaceta y de prepararse para ver Intereconomía por la noche, me dice muy bajito: “que no se entere mi mujer, pero yo, a este tío, le voto”.
Uno de los comentarios al artículo:
Lo de comprar tu propia deuda con tu dinero se me ocurrio a mi hace tiempo ya. Resulta que me queria comprar un coche de gama media, de 20.000 euritos, pero como me quede en paro le propuse el siguiente trato a mi mujer, que es la contable de la familia:
Imprimi obligaciones mias propias y me las vendi a mi mismo, pagandome con nuestros ahorros de muchos meses. A cambio me auto-asigne una prevision de crecimiento del 3% anual basada en la ganas que tengo de encontrar trabajo y por tanto pude "garantizar" un interes sobre las obligaciones del 5,24% a cinco anyos.
Pues a mi me parecio una operacion financiera impecable y sin riesgo pero algo no debio ir bien, porque todavia me duele el hueso sacro de la patada que recibi tras la presentacion de mi plan.
Y claro, desde entonces viajo en metro.
Buenos dias a todos.
