LA NOVIA como un tren...

Voy a terminar con mi novia.
Y me va a costar, ¿eh?, porque es inteligente, cariñosa, divertida...

Pero es que tiene un defecto que no puedo soportar: ¡¡¡está buenísima!!!.
Con ella me pasa como con los relojes. Yo prefiero tener un Casio de propaganda que un Rolex.

Sí, porque con el Casio la gente puede pensar que voy estreñido, pero es que con el Rolex voy cagao. Estoy todo el día: "¿Y si me lo roban? ¿Y si se me jode?".

Pues lo mismo me pasa con mi novia: ¿Y si me la roban...? ¿Y si me la joden?

Todo empezó una noche que estaba en una reunión.

De repente la vi y pensé: "¡Joder, parece mentira que esta chica y yo seamos de la misma especie! ¡Pero si a su lado yo parezco la rana Gustavo!".

Y la muchacha me mira y me guiña un ojo. Que yo pensé:

"¡Qué pena, con lo guapa que es y que tenga un tic!". Pero no, se me acercó con los ojos bien abiertos y me dijo: - Hola, ¿estás solo?
Y yo: - Hombre... solo, solo, lo que se dice solo... sí.

- ¿Nos tomamos algo en la terraza?
Y ahí me dije: "Ah, bueno... Ya lo entiendo... ahora saldremos a la terraza, habrá una cámara oculta, y detrás de un arbusto saldrá Juan y Medio diciendo…. "Inocente, inocente, caìste huey..." y me la cambiarán por un feto de esos".
Pero no. Nos pusimos a hablar, nos caímos bien y cuando nos despedimos me dice:
- ¿Entonces me llamas mañana y vamos a tomar un café?
- Vale...

Al día siguiente, cuando me levanté y me miré al espejo, me preguntaba:

"¿Qué habrá visto esa tía en mí que yo no veo? A lo mejor soy un intelectual, y no me he enterado. A lo mejor soy hijo de Julio Iglesias... ¿Intentará cobrarme?".
La cuestión es que nos hicimos novios.

Al principio decía: "Con dos cojones, Pepito.. Si tú de cerca ganas mucho..., lo que pasa es que nunca se te habían acercado las titis...".

Pero enseguida te das cuenta de que la cosa no es tan bonita:
De entrada, tus amigos de siempre se convierten en "amigos-perver". Sí, sí, "amigos-perver": están esperando un fallo tuyo para agarrar el rebote... y encestar ellos.

También te das cuenta de que no puedes salir a la calle con ella. Porque pasas por una obra, y es como si hubieran apretado un botón:
- ¿Qué pasa, Blancanieves? ¿Dónde has dejado a los otros 6 enanitos que sólo vas con uno? ¡Mucho conejo pa` tan poca zanahoria!
Y aquí ya no aguantas más, se te sube la sangre a la cabeza, se te hincha la vena y... te pones a llorar. Claro, ¿qué vas a hacer? ¿Encararte con quince animales que están hartos de tirar tabiques? Porque tampoco puedes razonar con ellos: Hagan el favor, que esta mujer tiene pareja. Es que no puedo ni ir a la playa con ella. Porque cuando vamos paseando por la orilla, agarrados de la cintura... ¡parezco un flotador de patito!

Es agotador, porque se tira toda la noche bailando y claro, ¡¡¡tú con ella!!! . No vas a dejarla allí sola, porque están todos los tíos alrededor:
"Grruaaaa, gruuuuua...". Así que sigues bailando. Y, de pronto, empiezan a entrarte unas ganas terribles de mear.

Y piensas: "¿A esta muchacha no se le acaban nunca las pilas?". Pero nada, es como el conejito de Duracell: dura y dura y dura...

Y te tienes que aguantar, por que miras al resto de los tíos y dura, dura y dura.. Por que cuando mi novia entra en una fiesta es como cuando el Rey entra en el Congreso: Todos los miembros se ponen firmes.

Por todo esto yo me pregunto: ¿Me compensa realmente salir con esta chica?, Y por todo esto estaba a punto de dejarla. Pero, pensándolo bien, es tan inteligente, tan cariñosa, tan divertida.... Vale, está muy buena... Pero oye, un defecto lo tiene cualquiera. Así que mejor sigo como estoy.