Se puede pasar?
Hola a todos.
Soy Alejandro de la Comunidad Valenciana.
Desde que con cinco años mi abuelo me regaló mi primer reloj tengo una particular atracción por los mismos.
Recuerdo que era uno de marca Águila y con baño de oro, muy clásico y con remonte manual. Por supuesto que en esa época, fines de los sesenta, un reloj era casi un tesoro y mi padre con buen conocimiento se lo quedó el. Recuerdo que lo usaba hasta que un día, en aras de revindicar mi posesión, me hice con él. Para mi escasa edad el control del tiempo era un tema intrascendente, pero si era fuerte la curiosidad por saber que había en las tripas de ese bicho que no paraba de cantar su tic tac. No duró más de un par de minutos la tapa trasera en su sitio y me hipnotizó una serie de pequeñas piedras rojas que con el paso del tiempo identifique como rubíes y que quise liberar de su prisión para analizarlos mejor. Una serie de piezas se transformaron rápidamente en peonzas aunque con poco mango para hacer rotar eran muy llamativas. La verdad no recuerdo la cara de mi padre cuando descubrió mi hallazgo, pero si recuerdo que el esqueleto del reloj estuvo años dando tumbos por la casa de una caja desastre a otra. La caja también, pero la maquinaria era casi hipnótica para mí. Este proceso de descubrimiento me generó aún más curiosidad y por mis pequeñas manos pasaron algunos despertadores de los de campanas que ya no funcionaban que me dio mi abuelo y así empecé con esta afición. Reconozco que ahora ya no los destripo para la felicidad de mi familia.
Mis gustos en relojes son generales, pero me centro en mi gusto mecánico, y no por ello me fascinan los mecánicos propiamente dicho. Interpreto el reloj como una herramienta de medición del tiempo, y como tal lo valoro.
Nadie gasta en una cinta métrica 10.000 €, y así entiendo yo el reloj: como un instrumento de medición, por lo que valoro la calidad y fiabilidad ante todo, pero también que no se extralimite en el precio y ante todo, que para medir el tiempo esté siempre disponible sin que por ello haya que preocuparse en exceso de su mantenimiento ni de que tenga energía. No valoro el reloj como investidura social, ni como inversión, ni como joya. Todas esas premisas y mi historia me han decantado fundamentalmente por relojes analógicos por la facilidad de lectura, solares para no tener que preocuparse de la carga y para tener siempre disponible una lectura fiable, cronocontrolados por radio. Quizás no sea el usuario más purista de relojes, pero si podría definirme como un usuario práctico. Obviamente por estos baremos en los que me muevo, las opciones de mercado me decantan por los relojes orientales con marcas como Seiko (2), Citizen(1) y Casio(1) son los que ocupan mi caja. La estética de los mismos me hace navegar por los cronos y algún diver. Por otra parte, el purismo me ha llevado también a un Tissot crono y un Omega Speedmaster automático que hace muchos años ya dejé de usar para poder conservarlo en el mejor estado posible luego de años de batalla casi anclado a la muñeca antes de que aparecieran con fuerza los solares y radiocontrolados. Igualmente sale de su caja en ocasiones especiales para tomar aire y codearse con la sociedad.
Espero poder compartir buenos momentos y aprendizaje con todos vosotros de nuestra afición en común.
Un abrazo a todos.
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