En 1920 fue fabricado el primer reloj electrónico del mundo (por lo menos en lo tocante a registros formales
de los que se tiene conocimiento);
no obstante, la primera aparición pública de esta fabricación tuvo lugar solo
cuando la empresa asiática Seiko cronometró lo juegos olímpicos de Tokio en 1964. Pero no fue sino hasta la navidad del año
1967 en que salió al mercado el primero reloj electrónico. Era de oro, era de Quarzo,
la precisión era ridículamente mejor que la de cualquier reloj mecánico fabricado cuando era el presente de aquellos tiempos pretéritos.
El ofrecimiento de este reloj empleó un eslogan “Algún día, todos los relojes serán así”
Tal como aquel eslogan rezaba, sin ambages ampuloso, el reloj electrónico no fue un ave de paso en ningún sentido.
No fue una estrella fugaz que ilumina transitoriamente la bóveda azul de firmamento.
Y para los años 70 los relojes electrónicos llenaron todo el mercado. Luego llegó el
reloj digital en 1972 y la rivalización de estos dos nuevos colosos, demostró en términos estrictos el paisaje siempre
movedizo del universo relojil. El reloj digital acaparó casi en su totalidad la venta de relojes; hasta que
la marca Swatch revive el reloj análogo o también llamado reloj de agujas (electrónico) En el devenir de los tiempos, el reloj mecánico fue efímeramente
sumergido en el mar del olvido; no obstante, pulsaba en el aura hombría el
arpa angelical de aquellos celebérrimos creadores de antaño, de tiempos idos. Creadores, fabricantes que dieron orígenes a la filogénesis
micromecánica de las lides de aquel antiguo reloj casi extinto.
Hoy día las marcas relojeras dotan de calibres mecánicos a sus mejores y más
costosos modelos de modelos. El reloj mecánico ha renacido
con el ave fénix que entre sus cenizas recobra su anterior belleza.
Reaparece en la escena de la connotación actual como un poderoso paladín, valiente, atrevido,
temerario, glorioso e insigne. Apreciados compañeros, quiero con estas palabras dar introducción a algunos estudios para analizar
ciertos temas de relojería. Les deseo a todos un año 2019 lleno de éxitos, salud y buenos relojes.
Un abrazo desde Colombia.