Relojeros o Relojistas

Voy a poner un tema a debate, que, seguro, tendrá su miga.

Pensad que tenéis un reloj que comprasteis –como todo hijo de vecino-, y, os dáis cuenta que al cabo de un tiempo, atrasa. Pongamos que va a -3 minutos/día.

Pues analicemos el caso: ¿qué hago?

Podría llevarlo al Servicio Técnico, pagar lo que cuesta una revisión –vete tú a saber si realmente las piezas a cambiar son las que hay que cambiar- o

lo llevo a mi relojero amigo al que conozco muy bien.

Por una parte sé que si lo llevo al SAT, el reloj volverá perfecto, me habrán cambiado las piezas que ellos supondrán que habrá que cambiar, factura cara, cara, y el reloj, va bien hasta la próxima. Pero claro, eso tiene un precio: al igual que comprar una simple impresora, y lo caro son los cartuchos.

Por otra parte, lo llevo a mi relojero amigo: existen los buenos, buenos, y los chapuza, chapuza. Si topas con el bueno, deberá comprar y/o buscar las piezas necesarias por ahí, dónde sea, porque normalmente el SAT no vende las piezas originales, y el relojero buscará la pieza por otros derroteros. Pero, el reloj lo deja igual, menos precio de reparación y si hay algún problema, siempre podrás volver a él.

Ayyyyyyyyy, si te toca el “chapuza”. Llévale, por ejemplo un Rolex, que lo pule para que quede lo menos parecido a un Rolex, o que pregunte si el zafiro lo quieres original…. ¿Para qué original, si total, es lo mismo?

Entonces….¿Qué hacemos? ¿Pasar por el aro? ¿Confiar? ¿Pagar? ¿Confiarse? Esto es importante hasta el punto en que nuestra afición permite vender/comprar/cambiar/retener nuestros relojes. Los relojes es como comprar un coche: concesionario o taller general. ¿Qué hacemos?

Ahí queda eso.