La verdad es que le tenía ganas a este individuo, siempre provocando desde la distancia, tal altivo, tan elegante, tan austero... Me provocaba más todavía vestido de blanco y con complementos y pantalones azules... Tan es así que hace 2 días se me cruzó en el camino, me tropecé con él... ni siquiera se disculpó... yo tampoco. Le agarré del cuello y le dije mirándole a los ojos: ¡Te tengo, canalla!... Lo esposé a mi muñeca izquierda y lo hice prisionero... Le formaré un juicio sumarísimo... espero que le caiga cadena perpetua...
Os pongo unas fotos para que lo conozcáis... tiene muchos hermanos... algunos son clavaditos a él. Son todos muy peligrosos, así que si os encontráis a alguno, ¡detenedlo!... obtendréis una excelente recompensa...