La Ministra Aído está de cuento


Fuente: "fueracomplejos".

Paso a relatar el modelo tipo de cuentos que pretende imponer nuestra ministra de igual-dá, la señorita Aído (¿o debo decir la ´tia ésa’, para no presuponer su estado social?). Admirable miembra del PSOE; destacada miembra diputada del Congresos de los Diputados y Diputados y Diputaditos y Diputaditas, y defensora del derecho, ¿cómo no? de descuartizar y aspirar del útero materno a todo aquel embrión humano que se le cruce por su camino, no vaya a ser que llegue a ministro del gobierno y derogue la ley. ¡Faltaría más!, ¡si es que ahora es legal y nadie irá la cárcel por eso!
Los cuentos modernos serían algo así:
Érase una vez…. en un lejano país llamado España… en un lugar imaginario llamado Madriz …
… un niño de unos 13 años llamado Manolo (nombre muy Español por cierto), y que habiendo tenido que sufrir la lectura y aplicación a través de incontables ejercicios teórico-prácticos de su clase de 1º de la E.S.O, del libro de “re-educación para la ciudadanía manejable y sin valores” que es pertinente; habíase percatado de que ahora podía elegir su identidad sexual, y se estaba planteando muy seriamente llamarse Manola y convertirse en chica-chico-cosa-neutro/a, que aun no lo sabía muy bien.
El tema no era de extrañar, pues sus actuales ‘personas mayores de edad a cargo’ (ya no se pueden llamar marido y mujer, a los sumo ‘parejas de hecho’ matromonializadas o no), habían pasado por multitud de divorcios exprés, ajuntamientos, casorios, etc. La cosa era incluso más complicada si consideramos que, después de la operación de cambio de sexo –pagada por la S.S., por supuesto- del antiguo señor (el que llevaba bigote para entendernos), ahora sus ‘personas a cargo’ eran legalmente dos señoras ‘lesbianas / lesbianos’.
Todo había empezado unos meses atrás cuándo la maestra de re-educación…, le había enseñado que jugar al fútbol como había hecho siempre era muy sexista y que lo suyo eran las muñecas Barbiez, trabajadoras esos si, con coche –rosa-, chalet –rosa- y amante (¿rosa?). Ahora debía practicar, él/ella y su muñeca, todos los juegos modernos –y muy educativos- que proponían desde el ministerio/¿ministeria? y sus organizaciones afines: pónselo/póntelo, a ver a cuántos te puedes tirar en un día, ¿quieres ser chico o chica?, etc.
Por otro lado, la malvada abuelastra del niño ¿o niña? , que ya me estoy haciendo yo mismo un lío, se propuso terciar en el asunto. Ella, era una persona muy muy mala, pues era católica practicante desde muy pequeñita, sin haberse arrepentido nunca de ello. A más, a más, tenía un ¡crucifijo en su dormitorio! Hacía tiempo que no se veía en este país a alguien tan depravado.
Bueno, pues ella pensaba que lo que la pasaba a su nieto/nieta era una tontería que se resolvía (¡fíjense ustedes que abominación!, con un par de cachetes al niño/niña y otros a la maestra/maestro, e incluso pensaba de darle una azotaina a la ministra/miembra, si se le ponía a tiro.
La malvada abuelastra, se puso pues en camino hacia el instituto/instituta dónde estudiaba su nieto/a, armada de dos manoplas de lana (no piensen mal, es que hacía frío) pero … , con lo que no contaba era con la policía de proximidad del instituto/a. En cuándo ella se acercó, se dieron cuenta que debía rondar la increíble cifra de los 80 años de edad, ¡por lo menos! y que aparentemente gozaba de buena salud. ¡ Esto no se puede consentir ¡, se dijeron los policías. Esta señora está desangrando las cuentas del estado recibiendo una pensión y disfrutando alegremente de los servicios públicos, como de ese autobús del que acaba de bajar. Además, ya va teniendo edad para una buena eutanasia …
Así que, la prendieron y la llevaron al ‘Centro de asistencia para las personas mayores que no interesan’ sito en Alcalá-Meco (antes llamado penitenciario o algo así, pero como ya casi nadie pasaba por la cárcel…) hasta que pasó a mejor vida …; (se fugó a Nueva Zelanda, lo más lejos de Zapatero, como dice Federico Jiménez Losantos).
Manola/o, creció y pasó por varios cursos con sus correspondientes libros de re-educación (alias re-escritura cerebral) para la ciudadanía. Aprendió rápidamente, pues era muy aplicado, todo lo que se debía aprender sobre el sexo, las enfermedades sexuales y el cómo divertirse con los demás sin preocupaciones y sin tener para nada en cuenta los sentimientos y el amor. A los 18 años, ya había abortado un par de veces (en su faceta de Manola; hoy la medicina hace milagros) y tenía cogido un SIDA muy bonito y muy bien tratado.
Seguía estudiando la E.S.O. eso sí. Ya se sabe que el sistema educativo en la España de esa época era un desastre, pero trabajaba también por la noche en una esquina de una calle…. para poder pagarse sus vicios, los gastos de los divorcios a sus múltiples parejas/amigos/colegas, etc. y para mantener a ese hijo que vino inesperadamente (no le dio tiempo a abortar). En fin, se hizo una persona de pro, progresista y moderna, tal y como le gustaba al gobierno que existió por aquel entonces. No fue feliz, pero comía perdices y latas de conserva.
... y colorín, colorado, este cuento se ha …..
No, no, ¡no!, queda una especie de moraleja…
Unos años después, cambió el gobierno y una vez aliviados de todo el peso mediático de apoyo al gobierno (TV, prensa, …) los chicos y jóvenes empezaron a preguntarse que había pasado que ellos no habían sido felices. Sus padres no habían parado de trabajar y no pasaban con ellos apenas ningún rato. Habían disfrutado del sexo, de las drogas, de la bebida ….,. Habían hecho todo lo que habían querido y cuando lo habían querido. Sin cortapisas legales, morales ni religiosas…. Y aun así, no fueron felices ni lo eran ahora. Se preguntaban si no debía cambiarse todo eso …
40 años después, llegó otro gobierno progresista al poder. En vez de escuchar a toda esa gente desmoralizada, que vivía por vivir, sin objetivos. En vez de enfrentarse al problema de la educación, del trabajo, de crear una cultura del esfuerzo, de los valores, … ¡de procurar el bienestar y la felicidad de la gente!, pensó que era más fácil crear una nueva ley de la desmemoria histérica y, de nuevo, a través de la TV, la radio, la prensa, los artistas, las ONGs progres y de nuevo otras asociaciones afines, tachar de reaccionarios a toda esa gente que vivía tan tristes vidas, y reescribió la historia para glosar de nuevo las maravillas del periodo anterior, lleno de felicidad, libertad, paz y ¡socialismo!.