Hasta ahora siempre he procurado que los relojes recuperados a partir de calibres o relojes de bolsillo tengan todos los detalles, pero he dado un paso más…

Todo empezó cuando encontré la plaquita. Por 14 euros me pareció una pieza interesante, no sabía para que la quería, no recuerdo porque se me escapó la primera que vi, pero la cuestión es que perseveré, y encontré otra


Como una caja vacía de cronometro marino Hamilton vale unos cientos de euros, opté por buscar una caja adecuada a la dignidad de la placa pero a precio más razonable...


Además, la caja no debía contener un cronometro marino, va a ser la caja de los antiguos Hamilton transformados en relojes de pulsera…


De momento vive en esa caja el 917, pero espero que pronto esté acompañado de un 921


Pero,… ¿¿habré cruzado la línea entre el detalle y la paranoia??