En este mundo hay fundamentalmente tres tipos de comemierdas.

Los componentes del primer grupo son los comemierdas que se la quieren comer por propia voluntad. Son sujetos que, por su ignorancia, nunca creen lo que les dicen las personas honestas y lo poco que creen son informes y noticias que les llegan sesgadas o manipuladas. Este tipo de comemierdas son presa fácil de políticos y personas "astutas" porque siempre se creen lo que les dice cualquiera que cuenta cosas bonitas o promete lo que ellos quieren oír. Esas personas que les regalan el oído son para ellos objeto de culto y reverencia absoluta. Hay algunos componentes de este grupo que están totalmente convencidos de que comer mierda es la mejor (o una de las mejores) decisión de sus vidas, porque piensan que han encontrado mierda de la mejor calidad.

En el segundo grupo se encuentran los comemierdas resignados, que saben que están comiendo mierda pero que no ven otra alternativa, ya sea porque no tienen dignidad o la han perdido, ya sea porque no son creativos, o, simplemente se ven obligados por simple incapacidad de hacer otra cosa.

Los terceros, son los comemierdas contra su propia voluntad y conciencia, pero que se sienten obligados a ello por ese Satanás gigante que obliga a todo el mundo a comer mierda.

El resto de los mortales, los que prefieren no comer mierda porque no son ni ignorantes, ni resignados, ni se sienten obligados, son los que están dispuestos a defender su propia dignidad por encima de todo.