Regreso a los años 40. El recuentro de dos amigos.
El reencuentro de dos amigos.
El día era propicio para sorpresas agradables. Un sol expléndido parecía querer sumarse a la cita. El silencio fue quebrado por el motor de un Jaguar XK 120 de 1948 que irrumpía mayestático en el corazón de la ciudad. Junto a un cartel publicitario de un vino de Rioja, el vetusto pero imponente automovil se encontró con su viejo amigo al que no veía desde hace más de tres décadas. Helvetia, de origen suizo y con una elegante caja de oro de ley recubriendo una fascinate landerón 51, subió sin mediar palabra y se puso al volante. En ruta hablaron de los viejos tiempos y de las señales que el paso de los años habían dejado en sus respectivos "cuerpos", el vehículo en su carrocería y el medidor de tiempo en su dial. Al final los dos viejos amigos con más de 60 años a sus espaldas, se despidieron bajo un manto de melancolía y glamour que tiñó la ciudad de un gris infinito...
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