Como punto de partida es atrevido. Negro y oro. Como el traje de luto de los toreros, pero también como uno de los outfit que marca tendencia. Una vez asumida la combinación,… osada, en el penúltimo proyecto de transformación de reloj de bolsillo en reloj de pulsera era fácil de intuir, sólo con ver la pieza original, que el resultado apuntaba maneras…


Como siempre, obra de Javier, que practica esa alquimia relojera que convierte piezas de anticuario en elementos contemporáneos para el goce diario de la relojería mecánica, porque detrás del black & gold late un calibre Stowa 220, de manufactura Alpina, para el que parece que no transcurra el tiempo que tiene por objeto medir.


Pues esta golosina relojera ya ha sido transplantada a una caja de pulsera, que mantiene el oro rosa con cristal de zafiro. Como no tengo espera, para abrocharlo a la muñeca he optado provisionalmente por el marrón muy oscuro, chocolate, a la espera de una correa de un marrón similar, pero sin pespunte


Lamentablemente el fondo visto no permite apreciar totalmente el calibre, pero por lo menos se aprecia la oscilación del volante compensado…


Para dar cabida al historia calibre es necesaria una gran caja, 47 mm sin contar la corona, pero ya he dicho en muchas ocasiones que a mi,… a mi me gustan grandes.


La firma germana es una de las marcas que más relojes de bolsillo transformados ha aportado a mi colección, este 220 es el quinto que llega a mi caja. Hasta ahora sólo los tenía en blanco, como el que acompaña al black & gold, que se ha encargado de dar la bienvenida a la caja al nuevo y osado Stowa