Cuando un Presidente de Gobierno como el que sufrimos hace las cosas tan mal, no puede exigir que no le pidan los ciudadanos la dimisión que no le exigen los de la ceja.

Lo de ayer es el principio, y por cierto, el Rey haría muy bien en callarse no sea que la próxima vez los pitos sean para el y para su ociosa familia.

Dicho lo cual, me hubiese gustado que el homenaje a los caidos por España hubiese sido sin pitos ni abucheos, pero reconozco que la gente está muy cabreada.

Un saludo.