En Sotheby´s Londres tuvo lugar una subasta de parte de la colección de joyas de la duquesa de Windsor, Wallis Simpson (1895-1986), mujer de Eduardo VIII de Inglaterra, que consiguió doblar su estimación preventa, alcanzando los 9,45 millones de euros. Sus 20 lotes encontraron comprador, pero la joya estrella de la velada fue un brazalete en ónix y diamantes fechado en 1952 que, tras una dura pugna entre cuatro compradores, ha establecido un récord para una alhaja de Cartier y también para un brazalete vendido en subasta: 5,4 millones de euros.



Esta joya partía con una estimación preventa de entre 1 y 1,5 millones de libras esterlinas (1,2-1,8 millones de euros).