No compraré nunca un reloj para mí que exceda de la medida de 41,5 mm.
No compraré pedrería en un reloj
No compraré, mientras pueda, un reloj usado (insisto, para mí)
No compraré un Rolex Deep-Sea
No compraré nunca un reloj Seiko que valga más de 80 ó 90 euros
No compraré nunca un reloj que no haya madurado su compra al menos durante unos meses.