A medida que te llegan a las manos los diversos componentes que constituiran tu futuro reloj se va escribiendo, prácticamente sola, su historia. En ocasiones, no suelo ser consciente de esa historia que deviene pieza a pieza... No sabía para que reloj serviría de base la pieza de bolsillo Arsa que tenía en el cajón, de hecho, en aquel momento ni tan siquera sabía que ese Arsa era el acronimo de «Auguste Reymond SA», la sociedad que llevaba el nombre de quien, en 1898, a los veintisiete años alquiló un apartamento en Tramelan, e inició la fabricación de relojes.


Con el paso de los años los movimientos producidos por la Manufacture A. Reymond fueron utilizados por numerosas marcas y eran conocidos internacionalmente bajo la marca Unitas.


Cuando herr Kemmer me dijo que tenía una nueva esfera «Marine» en negro, con una tipografía que me fascinó y sobre la que os querría llamar la atención, supe que iniciaba un nuevo capítulo en la historia de ese Arsa, destinado a convertirse en un «Poor Man Marine Black», pero todavía no sabia, que devendría el «Samegawa».


Samegawa es la denominación en japonés de la piel de raya, la cultura japonesa considera este animal un símbolo de la buena fortuna y de la prosperidad, así como símbolo de buena salud para quien lo lleva. Pero si los Samurai usaban esta piel para sus Yoroi, (la armadura de los grandes guerreros) y para los mangos de su katana y su wakizashi, (armas tradicionales de la época feudal japonesa) no era sólo por criterio estético o mágico. La Samegawa está considerada como la piel más duradera del mundo, capaz de resistir como ninguna al agua y al fuego. Su durabilidad llega a ser 25 veces mas resistente que el cuero bovino... Claro que, todo eso lo supe tras comprar una correa de piel de raya para mi «Marine Black».






El corazón Unitas 6498 original de la manufactura y producido para la própia marca. Una de las esferas clásicas de la historia de la relojería, inspirada en los relojes empleados en buques a los que se exigia exactitud y legibilidad. La piel que míticos guerreros asían para empuñar sus armas,...


Debéis creer que la historia de este reloj se ha escrito sola, sin ninguna premeditación, sin intencionalidad ni preparación. Me confieso incapaz de planificar con tal precisión el ensamblaje, creía que simplemente estaba haciendo otro reloj, y resultó que era el «Black Marine Samegawa».