No hay nada que justifique la permanencia de un político nefasto —ignorante, falso e irresponsable—, que ha hecho mucho daño a este país y, como consecuencia, a todos nosotros, y que ha sido desautorizado clamorosamente por los resultados electorales de ayer.
Solo le faltaba lo de "Bildu". Para un problema que se había encauzado un poco... ¿Qué necesidad había de desacreditar todavía más al Tribunal Constitucional y de legalizar a Batasuna, sin que ETA se hubiera disuelto? Un genio de la política, ya digo…
Todavía no somos plenamente conscientes de la extrema nocividad de este personaje —los de novela negra, a su lado, unos aficionados— para el futuro de España. Desgraciadamente, a no tardar, tendremos ocasión de sufrir en nuestras propias carnes, con virulencia aún mayor de lo que lo hemos hecho hasta ahora, las consecuencias de su errática, penosa y desastrosa gestión de gobierno.
¡Que se vaya ya!
¡Que se vaya ya!
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