Transcribo un artículo de circularseguro.com en el que se exponen argumentos a favor y en contra...
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Insatisfechos a cualquier velocidad


Hoy se ha sabido que el Gobierno de España no va a prorrogar la medida de limitar las autopistas y autovías a 110 km/h más allá del 30 de junio. Por lo tanto, volveremos a circular hasta 120 km/h en las citadas vías con todo el soporte legal, o con el debido reajuste de radares.
La medida de limitar a 110 km/h la velocidad máxima no se producía desde la crisis del petróleo de 1973, motivada por el Yom Kippur. Esta vez ha sido por Libia, que como está en una especie de guerra civil, no provee el suficiente crudo y eso ha aumentado los precios. Lo de Libia sigue sin resolverse, pero ya no es tan grave.
Ahora bien, ¿vamos a ser felices ahora por volver al límite antiguo? La respuesta es no. Si profundizamos en la cuestión, no nos vamos a poner de acuerdo nunca, porque cada rango de límites es defendido por gente con posturas totalmente opuestas a los que defienden otros rangos. Vamos a verlo.


120 km/h, a día de hoy, es el tercer límite de velocidad genérico más alto de Europa, el más alto es de 140 km/h (Polonia), después van los 130 km/h (Alemania, Francia, Italia…) y excepcionalmente algunas autopistas en Italia con soporte legal para 150 km/h. Luego, evidentemente, está el límite no-límite de algunas Autobahn: loquecojatucoche km/h.
120 km/h es una velocidad muy razonable balanceando los siguientes parámetros: consumo energético, movilidad, resistencia aerodinámica, posibilidades de supervivencia, homogeneidad europea, rebasable por cualquier turismo a la venta (salvo un par de eléctricos), etc.
Sin embargo ese límite tiene muchísimos detractores, hay quien pide más, ¡y hay quien pide menos! Por ejemplo, asociaciones de ecologistas y víctimas de accidentes de tráfico defienden la permanencia del límite de 110 km/h y se han sentido muy decepcionados por su “derogación”, que era una crónica anunciada ya.
Me atrevería a decir que hay más gente a favor de >120 km/h que de <120 km/h. Yo mismo defendería un aumento del límite bajo unas condiciones bastante concretas: licencia de conducción especial, ITV más escricta para el coche, más inversión en educación vial, en tramos concretos, etc. Pero al tuntún no.
De los 110 km/h se dice que han reducido el consumo de combustible (algo complicado de cuantificar) y las víctimas de tráfico (más complicado aún). ¿Por qué? Fácil, se gasta menos combustible que en los mismos periodos de 2010 debido a los altos precios y el descenso de los desplazamientos. Eso influye más en las víctimas que la velocidad.
En cuanto a la accidentalidad, no ha bajado mucho más que en años anteriores, dentro de la tendencia lineal de ir reduciendo víctimas, muertos y heridos en la carretera. Lo que parece estar demostrado es que a 120 km/h uno se “duerme” lo mismo que a 110 km/h. ¿Multas? Bajan en radares fijos, suben en móviles.

Tenemos ahora a varias asociaciones de automovilistas pidiendo que lleguen los 130 km/h, incluso 140 km/h se pide por ahí. Se argumenta, entre otras cosas, que los coches lo permiten (con uno de los parques móviles más envejecidos de Europa) y que las carreteras están fetén.
Y mientras se dice eso, la gente estira más la vida útil de su coche viejo por la dificultad/imposibilidad de reemplazarlo por uno moderlo, y la Asociación Española de la Carretera hablando de copago a base de peajes porque el dinero público no da para mantener carreteras (y no es competencia de la DGT hacer eso).
¡Arrea! Los argumentos del bando menos de 120 km/h son tumbables, al igual que los pro más de 120 km/h. ¿Ecología? Se dice que a 130 km/h se gasta casi lo mismo, cuando eso depende de muchos factores que no son extrapolables a todos los coches que están en funcionamiento. En Alemania se habla incluso de derogar el “no-límite” por ecología…

Tenemos mejores carreteras que en los años 80. Desde luego. Tenemos coches muchísimo mejores que en los años 80. ¡Y tanto! Tenemos algo más de educación vial. Psé. Y mejores conductores. Vale, dejémoslo en que algunos han mejorado, aunque sigue habiendo muchas ovejas negras en el rebaño.
No es nada raro ver a gente con coches modernos que corre riesgos que anulan todos los adelantos de su coche (como circular pegado a otros coches), o que no sabe ni poner bien las luces, que se olvida la presión de los neumáticos o que le pisa más “porque tiene ABS, ESP y la pera limonera”.
Si estuviésemos metidos en campaña electoral, seguro que se hablaría más de este tema. Al final, es lo de siempre, la velocidad más alta que pueda satisfacer a la mayoría, porque lo que somos todos, no nos pondremos de acuerdo jamás. La polémica ha vuelto, corrijo, siempre ha estado ahí. Somos así, insatisfechos a cualquier velocidad.
¿Si pusiésemos un límite alto nos contentaríamos? Si el límite se pusiese a 140 km/h, en seguida saldría el “movimiento 180”, y después, otro. Además, todos sabemos cómo es España. 140 km/h no son 140 km/h, sino 140 + margen de los radares + margen del velocímetro = 160 km/h en la mayoría de los coches a la venta.
¿Eliminar los límites en las largas rectas de las autovías? Tampoco, mucha gente empezaría a tener miedo de ir por ese tipo de carreteras, volviendo a las nacionales, más peligrosas que Cocodrilo Dundee en una tienda de Coronel Tapioca. Nos guste o no, ¡esto no es Alemania!
Un conductor bien formado, con un coche en buen estado y pocos años, podría circular a 140 km/h creando menos peligro que quien va a 110-120 y no ha hecho nunca una frenada de detención total a esa velocidad, por poner un ejemplo. Empecemos primero por los cimientos, y no por el décimo piso, si queremos más velocidad, pero seguridad igual o superior, la educación va primero. Si no, volveremos a los años 90.