Hola a tod@s

Pequeña "anécdota"

Hago una llamada para preguntar si el relojero va a estar a una hora determinada del día siguiente, que es cuando puedo ir. Me confirma que sí.

Al día siguiente, cuando llego a la hora convenida, no está el relojero, y la persona que me atiende me dice con toda naturalidad que se ha marchado hace tiempo, ante mi sorpresa. Y cuando le recuerdo, extrañado, que precisamente había llamado el día anterior para confirmar que estaría, reacciona con indiferencia como si el hecho de dejarme sin atención, fuera algo sin importancia.

En ese momento casi me hacen sentir como si les fuese a pedir algo, en vez de llevarles trabajo

Luego nos extrañamos de los comercios que cierran y culpamos a la crisis

Mi espíritu de relojista me pide paciencia y volver otro día a ver si se produce la conjunción de planetas y está el profesional que me interesa. Mi orgullo natural me dice que no vuelva más.

Salu2