Hola a tod@s

Lo siguiente es una breve dramatización basada en hechos reales

1:

Alfonso, empresario, está comiendo con su mujer, cuando de repente ésta le suelta:

- "Esta tarde estuve con Lina, la mujer de Ataúlfo, y me comentó que su marido se ha comprado un Rolex. ¡Un Rolex!. Parece que les debe ir muy bien el negocio..."

- "Bueno... me parece muy bien que compren lo que quieran. Ataúlfo siempre fue un presumido. A mí me llega bien con el Certina que me regaló Juan" [el hijo de ambos]

- "¡Alfonso!, ¡Alfonso!... ¡eres un necio!, ¿no comprendes que si no llevas un reloj de esos no eres nadie? ¡Tendrías que comprarte un Rolex, y debería ser uno de oro o de los más caros, a ver si así nos cogen un poco más de respeto!"

- "¿Necio? Tú sí que eres necia, dejándote llevar por los presumidos de tus amigos que siempre están gastando el dinero en cosas caras. ¡No necesito un reloj carísimo para demostrarle a nadie que mi negocio va bien!

(fragmento escogido de una de tantas discusiones por cosas estéticas, en este caso el Rolex)


2:

Alberto, empresario, aficionado a los relojes... empezó con un Cauny Prima y tras muchos años, tiene una pequeña colección en la que no falta un Omega Speedmaster.

Siempre consideró a Rolex una marca sobrevalorada, excesiva. Esos rótulos de "superlative chronometer" en las esferas, absolutamente innecesarios... esos diseños anticuados. Esos precios inflados... esa fama exagerada...

Sin embargo, desde hacía un par de años llevaba rondándole por la cabeza la idea de adquirir un Datejust. No encontraba una razón formal para esta compra, pero no podía quitarse de la cabeza el reloj.

-"Pilar, voy a comprarme un Rolex"

-"¿Un Rolex? ¿No es uno de esos relojes tan caros que sueles comprar? ¿Cuánto te vas a gastar esta vez?"

- Pues... (calculando a la baja) yo creo que con unos tres mil...

- ¡¡Tres mil euros!! -le corta su mujer- "¿Pero tú estás loco, o crees que regalan los billetes en la calle, o qué?" "¡¡tres mil euros por el amor de Dios!!". ¡¡Tú verás lo que haces, que ya eres mayorcito, pero luego no me vengas quejándote de que cobras poco!!.

(fin de la charla)


SEIS MESES DESPUÉS

Alfonso y Alberto, empresarios, coinciden en el interior de un Concesionario Oficial Rolex. Alberto estaba primero, pero en un último momento de duda, cede el sitio a Alfonso.

- "Buenas tardes quería un Rolex, díganme los precios de los que sean de oro"

A continuación un empleado del concesionario comentó por encima los precios a Alfonso.

"¡Qué barbaridad! ¡Pero eso es carísimo! ¿Y cúanto cuesta el modelo en acero que según me comenta usted es el más económico?"

El empleado, amablemente, instruyó a Alfonso sobre todos los detalles.

Al final Alfonso, asesorado por los consejos del comercial, y tras negociar un descuento, adquiere un "Submariner" acero; todo ello ante la mirada atónita de Alberto, que no comprendía cómo una persona tan evidentemente ignorante en materia de relojería compraba con tanta decisión un objeto así.

Tras ajustarle el reloj a la muñeca, Alfonso abandona el concesionario, sin darle demasiada importancia a lo que acababa de hacer. Más que adquirir un Rolex, parecía que había comprado una barra de pan muy cara.

Alberto que había renunciado a comprar el reloj aquel día por sus dudas, y le había seguido hasta el exterior del comercio, no pudo contenerse:

¿Me permite usted una pregunta? ¿Qué le ha llevado a comprarse un Submariner?

- "Pues le diré la verdad: este reloj me lo he comprado por mi mujer, ¡a ver si me deja en paz!"


Así se escribe a veces la Historia:

Personas decididas e ignorantes, consiguen cosas que otras personas mucho más cultas pero sin voluntad, son incapaces de lograr.



Aviso Legal: este mensaje es de tipo humorístico. Cualquier enfoque ofensivo hacia o para la firma Rolex, sus aficionados, etc. no forma parte del propósito del autor