TAG Heuer CARRERA Calibre 1887 cronógrafo oro rosa 43
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VELOCIDAD, EMOCIÓN Y PRESTIGIO
En 1963 Jack W. Heuer, el hijo de Charles-Edouard Heuer, comenzó a trabajar en un nuevo cronógrafo especialmente diseñado para pilotos y entusiastas de la competición automovilística. Aficionado desde siempre al deporte, sabía qué era lo que se necesitaba: una esfera amplia y fácil de leer con una caja resistente a los impactos y al agua, y robusta para ponerla a prueba sobre el asfalto. El año siguiente lanzó el resultado, un cronógrafo mecánico de carga manual llamado Carrera. El nombre le venía de una prueba legendaria de los años cincuenta, la Carrera Panamericana, una competición de cinco días y 3300 kilómetros (2100 millas) a través de México. La prueba de resistencia más prestigiosa, y peligrosa, de su época, la “Carrera” sigue siendo sinónimo de entusiasmo, peligro, aventura y heroísmo.
UN LEGADO QUE SE REENCUENTRA CON EL LUJO
Era el nombre perfecto para la más ambiciosa creación de Jack hasta la fecha. La elegante sencillez, pureza y sobriedad del optimizado diseño de la esfera hicieron del Carrera todo un éxito e iniciaron una era dorada de creatividad e innovación para la marca Heuer. Entre los primeros que lo llevaron estuvieron todos los pilotos de la escudería Ferrari, leyendas como Carlos Reutemann, Clay Regazzoni, Jacky Ickx, Niki Lauda, Mario Andretti, Gilles Villeneuve o Jody Scheckter. También lucieron el reloj otros grandes de los años 70, como Jo Siffert, Ronnie Peterson, Emerson Fittipaldi, Denis Hulme o John Surtees. El reloj favorito de todos los tiempos de Jack W. Heuer, la especial pieza Carrera 18 K Gold, también es de esa época.
EL CARRERA PARA CABALLERO
Los hombres que llevan el CARRERA CALIBRE 1887, como Leonardo DiCaprio, no necesitan disimular. Saben quiénes son y qué quieren. Personalizan la clase y la elegancia, que emanan de forma natural. Sin esfuerzo. Maestros del ritmo más rápido, nunca se apresuran. Se toman su tiempo. Mantienen el control en todo momento.
CALIBRE 1887
Las nuevas ediciones e innovaciones siguieron a través de los 90 y hasta el siglo XXI.
Las competiciones automovilísticas serán siempre la inspiración del Carrera, pero el saber hacer relojero va más allá. El ejemplo más reciente de su posición vanguardista es el Carrera Calibre 1887 Cronógrafo, el primer movimiento cronógrafo de TAG Heuer con rueda de pilares de manufactura propia y con una reserva de carga de 50 horas, vibrando a 28.800 alternancias por hora y formado por 320 componentes. Ganó el premio “La Petite Aiguille” (La pequeña aguja) de 2010 al “Mejor Reloj del Año” en el Gran Premio de la Relojería de Ginebra.
CARRERA CALIBRE 1887 CRONÓGRAFO de 43 mm
La combinación de esfera antracita y correa de cocodrilo atrapan la mirada, pero lo que realmente llama la atención son las líneas limpias y simples de la amplia y diáfana esfera. Una segunda mirada deja patentes la artesanía de precisión y la atención al detalle.
La expresión más elegante del legado CARRERA. El Carrera de Leonardo DiCaprio. Esfera negra, funcionalidad plena de cronógrafo, diseño de caja y esfera de elegancia atemporal… Elegante y moderno, y a la vez defensor de los códigos eternos de la relojería de lujo suiza, su minimalista diseño esconde una de las más orgullosas y potentes interpretaciones de TAG Heuer.
(Características técnicas en pdf)