No hay nada sagrado en este mundo. Ni siquiera el aura de "todo original, todo propio" que tiene Apple. En septiembre la red de ferrocarriles suizos, SBB, denunció que Apple había cometido una "copia flagrante" de su reloj, el que se puede ver en todas sus estaciones.


Según la agencia AFP, en septiembre la portavoz de SBB Patricia Claivaz afirmó que su empresa se iba a reunir con Apple para discutir porqué la compañía había empezado a usar el famoso reloj en una de sus nuevas aplicaciones para iOS 6 sin autorización.


Dijo entonces a AFPque SBB estaba más interesada en aportar claridad sobre dónde y cuando Apple podría usar el reloj que en sacar dinero. "Estamos bastante orgullosos de que una marca tan importante com Apple esté usando nuestro diseño" -afirmó.


Pues ahora, además de orgullosos, se han embolsado 21 millones de dólares que la empresa de la manzana mordida ha pagado para seguir usando el diseño. Todo el mundo feliz, se supone.

El reloj fue diseñado en 1944 por el ingeniero suizo Hans Hilfiker y es propiedad de SBB.