Bueno... 5 pts en aquella época era dinerito, ojo...
Pero, al grano: resulta que yo heredé de mi abuelo un Longines de plata de esos de colección. Y, lógicamente, ni siquiera pensé en venderlo.
Y en mala hora. Pues el reloj, pueden creerme, prácticamente se ha desintegrado: ahora resulta casi imposible restaurarlo. La esfera está agrietada, las agujas HAN DESAPARECIDO LITERALMENTE. El óxido se ha cebado en la maquinaria, y... en fín... yo creo que reparar tal desaguisado hará, sin duda, bueno el refrán de "cuesta más el collar que el perro".
También es cierto que el reloj de Jalarias no ha sido maltratado por el tiempo y por la humedad en el grado que lo fue el de mi abuelo; pero... entiendo que un reloj de bolsillo no sea un objeto de uso cotidiano, y... vaya, que, aunque pienso como
Igor que los relojes son objetos "especialmente especiales", pues... para no usarlo... no sé... depende de cada uno.
Otro tema es lo que le vayan a pagar al pobre Jalarias: me lo imagino peregrinando por los compra-ventas... creo que pocas cosas hay tan ominosas: "este reloj no vale lo que usted cree"... y argumentos varios -aunque abundantes sobre lo mismo- para abaratar el artículo INDEFECTÍBLEMENTE. Ello, unido a que es de oro de 14 y de bolsillo, me hace pensar que poco le van a pagar, la verdad.
Así que a Jalarias le corresponde valorar si malvenderlo o conservarlo (en este último caso, como mínimo, enfundarlo en un buen estuche a salvo -en la medida de lo posible- de la nefasta humedad sería un buen consejo).
Es cuanto puedo decir a este respecto, según mi modesto y leal saber y entender.